Espectacular
salida de Alonso y memorable batalla entre Schumacher y Hamilton.
Impresionante
victoria de Sebastian Vettel y Red Bull en el Gran Premio de Italia,
precisamente, en el circuito en el que el alemán firmó su primera victoria en
la Fórmula 1. Un resultado bastante coherente con esta temporada, pero no por
ello esperado. De hecho, todo el mundo llegaba a Monza con la esperanza de ver
algo distinto, pues a priori ésta era la pista menos favorable para el RB7. Sin
embargo, no sólo ha vuelto a ganar Sebastian Vettel, sino que además lo ha
hecho aplastando a sus rivales con un ritmo de carrera de otra galaxia.
Red
Bull ya huele el Campeonato Mundial tiene tanta hambre de victoria, que no ha
escatimado en medios para corregir las carencias de su coche en esta pista y ha
tomado buena nota de las lecciones de otros años para traer aquí un paquete
aerodinámico que compensase estos defectos. Lo cual no hace sino ahondar en sus
merecimientos de cara a los dos títulos mundiales. El podio lo han completado
Jenson Button y Fernando Alonso, tras una carrera muy fuerte por parte de
ambos.
La
carrera comenzaba con una espectacular salida. Alonso hacía una de esas salidas
que se saca de la manga cuando el coche le responde y se ponía primero en la
primera variante adelantando a Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, metiendo
incluso parte del tren trasero en la zona de hierba. La vuelta acaba con una
cadena de choques, en la que algunos coches quedaban fuera de carrera, lo que
obligó a la salida del safety car. Tras la reanudación de la prueba la alegría
de Alonso iba a durar muy poco, pues Sebastian Vettel pasaba al asturiano con
facilidad, ya que el ritmo de su coche era muchísimo mejor.
Sea
como fuere, la clave de la carrera para Ferrari y Alonso estaba en esa salida,
porque de no haberse desarrollado así los hechos hubiera sido más que imposible
firmar un podio. En éste incidió bastante el toque entre Massa y Webber, que
acabaría dejando al australiano fuera de carrera, pero también el hecho de que
Hamilton y Schumacher se enzarzaron en una lucha sin cuartel que duró muchos
giros. El ‘Kaiser’ se defendió de forma espectacular, aunque al borde
reglamento, si no fuera de él (veremos qué dicen los comisarios), dando un
espectáculo que ha hecho las delicias de todo el mundo. Esto arruinaba la
carrera del británico, incapaz de pasar al alemán. Y lo peor de todo es que
Jenson Button, como siempre de forma silenciosa, se acercó a ambos y los pasó
sin contemplaciones en la vuelta 16. Hamilton no lograría pasar a Schumacher
hasta la vuelta 28, lo que eliminaba todas sus opciones de podio, pues Alonso
estuvo demasiado lejos hasta la última vuelta. Pero el ritmo del británico era,
sin duda, mucho mejor.
A
partir de ahí se sucedieron una serie de paradas en boxes, de las que el máximo
beneficiado era Jenson Button, sobre todo, cuando Alonso montó los neumáticos
medios, que rebajaron notablemente el ritmo del 150º Italia. Así las cosas, el
de McLaren pasaba al de Ferrari con facilidad, asegurándose el segundo puesto.
Nuevamente,
Alonso ha sacado mucho más de los esperado de su montura, pues de no haberse
cimentado su podio en la primera parte de la prueba con su gran salida todo
hubiera sido muy distinto. El asturiano ha sabido aprovechar el mejor
rendimiento de las gomas blandas en esta fase de la carrera, cosnciente de lo
que le esperaba después. Y, claro, está, por una vez, las circunstancias han
colaborado en su favor, pues Red Bull y McLaren eran, sin lugar a dudas, los
equipos de referencia en Monza.
Además,
hay que resaltar el gran paso adelante dado por Mercedes GP, que han conseguido
afianzarse desde Spa como la alternativa a los grandes, a quienes han dado
mucha guerra, gracias a una velocidad punta endiablada. Y aquí el papel de
Michael Schumacher ha sido sobresaliente, con una defensa de su posición que ha
sido la mayor fuente de espectáculo de esta carrera. Seguramente, no haya sido
demasiado limpio con sus numerosos cambios de dirección, pero ¡qué lujo de
imágenes! Parece como si el heptacampeón hubiese empezado a comprender bien estos neumáticos y ahora esté
pudiendo mostrar toda la experiencia que atesora. Ojalá que sea así por el bien
de este deporte.
En
la parte contraria en cuanto a veteranía hay que resaltar la carrera de la
nueva hornada de pilotos de la Fórmula 1, pues tanto Alguersuari, como Di Resta
y Senna han firmado una gran actuación ocupando los puestos séptimo a noveno.
De todos ellos, hay que destacar a Jaime Alguersuari, que ha conseguido el
mejor resultado de su carrera (ratificando su gran calificación en Spa) y que
ha vuelto a hacer otra remontada memorable, nada menos, que once posiciones.
Además, su compañero de equipo ha entrado también en los puntos al acabar
décimo, lo que parece indicar que el Toro Rosso ha mejorado muchos enteros con
sus nuevos escapes y el conjunto de mejoras aerodinámicas que han traído aquí,
de las cuales, dicho sea de paso, todavía no han podido sacar su completo
rendimiento. Bien por Senna, a pesar de que no se confiaba mucho en él cuando
Renault decidió subirlo al coche por Heidfeld, porque ayer consiguió pasar a la
Q3 y hoy ha ratificado ese resultado con un noveno puesto con el que ha
conseguido sus dos primeros puntos (el apellido Senna vuelve a puntuar en la F1
18 años después).
La
parte media de la parrilla sigue cerrándola Williams, que está haciendo una de
las peores temporadas de su historia. Esta vez Maldonado ha sido mejor que
Barrichello, lo que no parece augurar un futuro halagüeño en la escudería para
el brasileño de cara a la siguiente campaña con el empuje (y, sobre todo, los
patrocinadores) de algunos pilotos de GP2. Como toda la temporada el final de
la clasificación la han cerrado los Lotus, seguidos de los Virgin.
Lo
cierto es que podemos congratularnos del espectáculo que se ha asentado en
nuestro deporte. No hace tanto de esas carreras en las que no pasaba nada de
nada. Si descartamos la victoria en cada Gran Premio para Red Bull, el resto de
la pista es todo diversión, pues los adelantamientos o las tentativas de los
mismos están a la orden del día. Esperemos que esta situación esté aquí para
quedarse por muchos años.
Con
esta prueba acaba la gira europea de la Fórmula 1. Ahora queda el final del
campeonato en países exóticos y en circuitos algo más anodinos, pero que quizás
adquieran más chispa con esta nueva normativa. Por lo pronto, en quince días el
gran circo llegará al sudeste asiático, a la única carrera nocturna del
calendario. Un circuito, el de Marina Bay, ratonero y urbano, pero a priori
bastante interesante. Veremos si aquí Sebastián Vettel celebra el alirón, pues
ya tiene opciones matemáticas de proclamarse Campeón del Mundo. Al margen de
ello, podremos disfrutar por la lucha por el subcampeonato, que está muy
apretada y por la que van a luchar con
todas sus fuerzas los cuatro pilotos que están metidos en ella.
Fuente: Car and Driver
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